viernes, 29 de abril de 2011

Años III

Estoy solo en casa, es la hora de la siesta. Brahma visita el mundo, toca el timbre y entra sin esperar que atienda. Brahma viene a saludar por mi cumpleaños, trae una flor de loto.
Yo nunca podré saludar a Brahma para su cumpleaños, sin embargo, estuve ahí mientras soplaba las velas de la torta, desde antes de antes de antes de antes de antes de antes de antes de antes de antes de antes de antes de antes de antes de antes de antes de antes de antes de antes de antesde antes de antes de antes de antes de antes...

miércoles, 27 de abril de 2011

Años II

Nota personal, apunte para obra en un acto:

Mateo espera el colectivo frente al Brahmapura leyendo una revista, y se encuentra con Brahma, creador del universo, que viene con sus cuatro cabezas recitando los vedas. Mateo encuentra esto insoportable. Aguantarlo unos minutos es demasiado, todo un Kalpa el infierno mismo. Reflexión sobre la futilidad de la existencia, el Eterno Retorno de lo mismo, el tiempo, la condición humana etc etc. El colectivo nunca viene.

Primera variante:

Mateo espera el colectivo, aparece Brahma recitando los vedas, uno con cada cabeza. Ambos esperan sin conversar entre sí. Aparecen los herederos de Samuel Beckett con un grupo de abogados. Se arma un quilombo madre, todos a las trompadas, hasta Brahma liga un par al grito de: "¡Que Godot nada que ver, canejo!". La obra se transforma en un juicio sobre derechos de autor, la presión del hombre sobre el hombre, la futilidad de la existencia, etc etc. El colectivo carece de importancia en este punto.


Tercera variante:

Mateo espera el colectivo. Aparecen Karl Marx y Brahma, recitando el Capital, el Manifiesto Comunista, el pequeño libro Rojo y algún libro de Trosky o algo así; uno con cada cabeza (Marx también tiene cuatro cabezas). Mateo entra en discusión por alguna boludes y llama Proudhon que casualmente estaba en las inmediaciones. Después, también en desacuerdo con Proudhon, convoca a Max Stirner. Discusión política. Stirner y Mateo se cansan rápidamente y se van a tomar una cerveza. Quedan en el escenario Marx, Brahma y Proudhon. Discuten la propiedad, el papel del proletariado, el obrero como transformador, crean una internacional y después se dividen, se arreglan de nuevo y se vuelven a pelear, planifican un par de revoluciones que nunca hacen. El colectivo (que no debe ser entendido como metáfora del colectivo social) pasa varias veces y nadie lo toma. Cuando quieren acordar han pasado más de cuatro mil millones de años, todo un Kalpa. Es ahora la noche de Brahma. Las luces del escenario se apagan lentamente, todo esta en penumbras. Durante la obra un grupo de albañiles ha tapiado todas las entradas desde afuera y ni el público ni los actores pueden escapar. Otra vez: ha comenzado la noche de Brahma.

Cuarta variante:

Parada de colectivos, atrás el Brahmapura. Brahma y Mateo esperan.
Mateo: Lindo día, Brahma
Brahma: Si
Pasa el colectivo.

martes, 26 de abril de 2011

Años

Hemos visto madurar la fruta podrida y florecer hasta lo más marchito. Si, la sucesión idiota de los días, el atardecer, la noche, la mañana y de vuelta otra vez. La entropía es el chiste del Cosmos.
El universo es dual, dos opciones: la sangre de donde nacen las Euménides (no me atrevo a pronunciar su verdadero nombre) o el semen del que surge Afrodita. Usted elija, elija hoy, hoy es la eternidad, por cursi que suene.
Un, dos, tres días, cinco meses, cien años, cinco mil millones, el Sol se extingue, las estrellas se persiguen hasta la muerte última, las galaxias son suspiros. El Día de Brahma ha pasado.

Al fondo, Yo.
¡BUM!
-¿Qué tal Brahma? He regresado.