viernes, 14 de octubre de 2011

La psicosomatización y el derecho inalienable de cagarse en todo

Cito a Hipócrates, Aforismo 17, en pedorra edición prestada por mi queridísimo amigo y único contrincante digno, Prometeo:

"Un régimen compuesto de alimentos húmedos y jugosos, conviene a los calenturientos todos y muy particularmente a los adolescentes o personas a él habituadas"

Sabias palabras, hubiera gastado menos en mutuales y gastroenterologos de haber leído este libro antes. Y qué me dicen de esto:

"Lo que conviene evacuar debe ser dirigido por el lugar conveniente" (22)

¡Pero claro! No vaya a ser cosa, señor H. Además...

"No se debe juzgar de las evacuaciones por su cantidad, sino que es preciso atender a si tienen las cualidades necesarias" (24)

Olor, color... Sabor... Porque los griegos, adelantados, ya conocían la resaca por fernet:

"Cualquier enfermedad que comienza con vómitos o deyecciones de bilis negras, es letal" (133)

Y la sabiduría milenaria de estos escritos no se reduce solamente al sistema digestivo, también da una serie de máximas destinadas a que nosotros, los que nos estamos quedando pelados, conozcamos la hora fatal:

"Los tísicos que se quedan calvos, mueren enseguida que se les presenta la diarrea" (206)

Ayer fui a ver una neumonóloga, al parecer tengo una especie de afección respiratoria ¿Creíste que ibas a salir indemne de años de fumador compulsivo, noches de poker, algunas drogas blandas e ingestas desmedidas de bebidas varias? No. Isidoro Cañones murió de un cancer galopante o de sífilis neurológica, pero el tubito del suero no entraba en los cuadrados de esa historieta hecha para lesionados en el lóbulo temporal.

Consejo a los más pequeños: cuiden su salud mis boluditos, que sino un día va a venir el Coco y les va a cubrir solo el 30% de los gastos de farmacia y estudios pelotudos de soplar por un tubo. El señor de bata blanca no es bueno niños ¡No! Los caramelos que les da son un triste sucedáneo del crucero por el Caribe que le están garpando otros más hijos de mil putas que él: las compañas farmaceuticas ¡Escupan esos caramelos! Son de caca. Mientras ustedes agonizan en la cama y papito tiene que vender el auto para pagar la quimioterapia, el buen señor va a estar comiendo como chancho en el bar mitzvah de su sobrino sin que le caliente un huevo cuando su hígado colapse o sus riñonsitos dejen de funcionar (y no es comentario antisemita, tuve un médico judio). Así que la próxima vez que mamita los quiera llevar al doctor para 'control', ustedes responden: "El doctor me puede controlar ESTA" y le dejamos de dar plata a los chupasangre, zanganos bastardos de una humanidad tan corrompida que hasta sus sanadores son unos enfermos. No dejemos que Grey's Anatomy nos siga mintiendo, los médicos son todos unos garcas delincuentes que cambiaron la pistola por una sonda anal.

Cómo no haber leído Hipócrates antes...

Ahora me voy a morir porque estoy tísico, medio pelado y con diarrea.

Otra más:

"Corta es la vida, el camino largo, la ocasión fugaz, falaces las experiencias, el juicio dificil (...). La Medicina es el arte de curar las enfermedades por sus contrarios. El arte de curar: el de seguir el camino por el cual cura espontáneamente la Naturaleza" (1-2)

Menos ruido y más nueces para el afiliado número 2-124838. Hijos de puta, todos unos hijos de un buque mercante lleno de putas.

jueves, 6 de octubre de 2011

Cine IV: "El Castillo" de Kafka por Haneke


Tuve una gran época de Kafka, allá por mis años mozos de inicio de carrera pedorra. Creo haber leído casi todo, lo importante al menos, aquello que el buen trujamán putito de Max Brod nos legó. Me incomodé hasta los huesos con "El Proceso", me asfixié y decepcioné con "El Castillo", dude de que haya escrito "América" (que leí con muchísimo gusto en la edición de Borges, antes de que empezaran a llamarla "El Desaparecido"). El cuento preferido de mi padre probablemente sea "Informe para una academia", lo leí por eso; me reí con "Josefina la cantora, o el pueblo de los ratones", me maravillé con "La construcción de la Muralla China" y tuve la certeza de que "Ante la ley", "En la colonia penitenciaria" y "El Proceso" eran el mismo relato contado un poco diferente. De "La Metamorfosis" no tengo nada bueno para decir, desconfío por dos cosas: porque es literatura común de escuela secundaria y porque leí por ahí a García Marquez malinterpretándola, y yo odio a García Marquez.
Por otro lado, Michael Haneke es uno de mis directores preferidos. Lo primero que vi de él fue el "El tiempo del lobo" en un cine club y me llenó el alma (si es que hay tal cosa) de un líquido oscuro y horrible, así entendí que el cine era un arte (si es que hay tal cosa). Después creo que vino "La Pianista" y me enamoré de Isabelle Huppert; "La cinta blanca", que la verdad me aburrió bastante, y la mejor de todas: "El séptimo continente".
Hoy vi "El Castillo" y cayó en el momento justo, las buenas películas siempre lo hacen. Mirar esta maravillosa obra en el estado en que me encuentro hoy, es como dedicarse a tirar paladas de sombra a la oscuridad, como querer limpiar el pozo negro con un trapo embadurnado en bosta... Gracias, gracias queridos Kafka y Haneke. Si si, ya sé que la vida es un abismo sin sentido, que la comunicación no existe, que la humanidad es una especie enfermiza y perdida en la tormenta de nieve de la existencia... ¿Pero hace falta que me lo refrieguen por la cara?
Yo y el pesimismo existencial hacíamos buena pareja, pero maduré gente, me gusta pensar que maduré.
A dormir y a soñar con cosas que pasan en las novelas de Corín Tellado. Así que váyanse a la concha de su madre... (vale para vos también, Camus)