Señores, señoritas y diversos alborotados miembros de la especie humana:
Hoy me levanté, me hice un café, me lavé los dientes y me clavé un terrible guante (porque no me gusta la auto-satisfacción si tengo mal aliento). Ya lo saben, ahí está, les regalo mi intimidad, era todo lo que tenía y se fue.
Entre Dios y una buena paja: gran pregunta metafísica, tal vez la única o la más relevante al menos.
Sobra más el semen que la fe, en estos locos tiempos.
M.P.-
Bueno, por lo menos fue prolijo. Peor hubiese sido hacerse un diente, clavarse un café y lavarse una paja.
ResponderEliminarY encima con mal aliento.
El orden de los factores no altera la autopromiscuidad...
ResponderEliminar