viernes, 20 de mayo de 2011

Sobre los argumentos en contra del esfuerzo (o de la futilidad de toda empresa humana) III

Es parte de la naturaleza humana temer la infelicidad y el sufrimiento. Tanto miedo tenemos de ser miserables, que permanecemos siempre ajenos a la Verdadera Vida, sumidos en la vorágine de una existencia mediocre. Entre el si y el no, entre la sopa y el té, confirmados a un destino que se nos niega.
La tragedia de siempre encontrar lo que se busca: se me otorga aquello que quiero, inevitablemente. Yo solo quiero el temor y la seguridad de la carne.

No se puede cambiar la naturaleza humana, todo esfuerzo es injustificado, toda empresa fútil. Sin embargo ahí está la salida, multicolor, como un trofeo, dispuesta a entregarse al toro que se anime a arrancarle los ojos a Teseo.
El prodigio tiene un precio.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario