sábado, 25 de agosto de 2012

Importantísimos estudios que hago en mi oficina II

Yo, la Hidra de Lerna
Estudio en el que, contrario a lo prometido en el título, se habla de cualquier cosa menos de la Hidra de Lerna.

"Y así es como les gustaría haber podido estar siempre uno con otro, entretejiendo 
entre ambos una imagen ideal sobre la cual adaptar ahora su vida pasada."
(Flaubert, Madame Bovary, Tercera Parte, Cap. I)

"Cómo será la laguna que el chancho la cruza al trote"
(Refrán)

Abstract

Al honorable Comité de Selección académica del _ _ Congreso en _ _ _ _ _ _ _ _ a celebrarse en la ciudad de _ _ _ _ _ _ _ el día _ _ de _ _ _ _ _ _ de 20_ _.

De mi mayor consideración:

                         Voy a ser sincero con ustedes porque nos conocemos hace rato y si no les digo yo se van a dar cuenta solos y después empieza el quilombo y los críticos que seguro debo tener por ahí hablan pestes de mi, y lo próximo que sé es que un día estoy arruinado (más, porque se puede) y me tengo que ir a vivir a una cuneta o termino en uno de esos programas de concursos contestando sobre cultura general. Les cuento a ustedes, y en confianza, porque sé que me van a saber entender y, más tarde, ya terminada la tertulia, las ponencias, los saludos de rigor y los sangüichitos; más tarde, cuando estemos ya todos medios pasados en copas con Noé Jitrik, la Ludmer y algún que otro escritorcito bien vendido, nos vamos a acordar de todo esto y nos vamos a reír. "¡Qué hijo de puta este Mateo!" van a decir a los gritos mientras yo les paso otro pedazo de costilla, o un trocito de matambre (porque eso sí, al asado lo voy a hacer yo). 
                         La verdad, la honestísima verdad es que todavía no terminé Madame Bovary, lo traigo bien, pero no lo terminé. Tampoco leí "La orgía perpetua" de Vargas Llosa, mandé a un amigo a que me lo compre porque siempre es bueno leer más y más boludeces sobre lo mismo, ojalá lo consiga. Pero, eso sí che, grabé la adaptación al cine de Chabrol y vi como diez minutos, pero más que nada porque me gusta la Isabelle Huppert de joven: es colorada, bien flaca y tiene muchas pecas, no es que no le entre ahora de veterana, pero de joven estaba más buena que comer pollo con las manos. Contrario a la opinión generalizada, no me gustan las morochas, me gustas las flacas coloradas con pecas, son más dificiles de conseguir. La Isabelle Huppert ni les cuento, es el súmmum de mi manía por las cosas raras.
Bueno, así es la cosa, no terminé Madame Bovary ni leí el ensayo de Vargas Llosa, pero sin embargo  me siento perfectamente calificado para citarlos haciendo "como si"... porque ¡vamos! No me digan que a esta altura del partido y después de tantos congresos pelotudos nos comemos la mentirilla de la seriedad académica. Podemos guardar las formas a la hora de la comida porque somos grandes y queda bien para levantarse a una tesista de grado, pero de ahí a creerlo ¡por favor! Eso es para estudiantes marxistas y ratas de biblioteca... En fin, vamos a pasar un buen rato si me aceptan en el congreso, todos saben que soy un excelente preparador de cócteles y conozco muy buenos chistes de salón.


I.I - Yo, Madame Bovary

                        Tan idiota como ella soy yo. Tentado por las pelotudeces me aparto del camino de mí mismo y me hundo en las inmundas profundidades de la patética ilusión. Te quiero como la concha de la lora, después me olvido y me voy, no me importa más, soy otro ¿vos quién? No me interesa. Es el círculo natural del olvido, quien no puede abrirse camino a través de él es un neurótico, un histérico, un Madame Bovary cualquiera, arrodillada inútil en el altar de su estupidez. Pobre, pobre, pobre Solomón Shereshevski, el ruso que no podía olvidar. Hay dos caminos para ellos: la voluntad que lleva a la rebelión o la fe que lleva a la redención. La Bovary se rebela en su pequeña ironía de amantes pelotudos, de vaivenes histéricos de que te cojo y no te cojo, después busca la redención en algo que confunde con la ilusión de amor que la domina: su dios-amante. Se frustra, se vuelve vieja, cínica, amargada, no sirve más. ¿El olvido nos saca de nuestra frustrada inseguridad de adoradores del Yo? No, pero sirve para seguir, y ahí vamos.
                    Flaubert es un gran cínico, su cinismo tiene toda la risa de fondo del que no se está defendiendo de nada, la ironía que no es mecanismo de protección, sino de autodestrucción. Él seguramente también era Madame Bovary, pero la superó creándola, haciendo de su cinismo patético de mujer histérica un cinismo total, supremo, un cinismo que sabe olvidar para reír. Dichosos los que olvidan, los amnésicos, los que no saben, los ignorantes, los que eligen sin pasado. ¿Qué es eso? ¿Quién? ¿Soy yo? Patético, risible, me voy, me estoy yendo, me fui. Cito sin autor: "No me rindo ante el fragor disciplinario de mi autoestima deforme". No me sirve la compasión para con el pobre Mateo, Mateo quiere una obsecación asnal por la fortaleza (y sí, obviamente le estoy robando esta frase a Almafuerte)
                        La escena donde Emma le pregunta a Rodolphe si no trajo la pistola por las dudas que aparezca Charles es emblemática. La teatralidad de los que no pueden vivir en la realidad y amarla tal cual es, sin exigencias idealistas, sin miedos ¿Para qué una pistola? Yo sé quién es Charles, quién sos vos y quién soy yo; una pistola es parafernalia de novela rosa, tu mirada es como la cama de Procusto.

I.II - Madame Bovary entendida como una Gestalt inconclusa.

                         Ahora cito con autor: "Yo hago lo mío y tu haces lo tuyo. No estoy en este mundo para llenar tus expectativas y tú no estás en este mundo para llenar las mías. Yo soy yo y tú eres tú. Y si por casualidad nos encontramos, es hermoso. Si no, no puede remediarse" (Fritz Perls). ¿Qué mierda es lo que querés del mundo Emma? Querés que los otros sean como vos y encontrar en ellos el objeto de tu deseo narcisista de mundo pelotudo, sí, eso, así de histérica.
                            El bovarismo se define como una insatisfacción sostenida, producida no por la búsqueda constante de nuevos estímulos, sino por el contraste entre la ilusión que se crea del mundo y la realidad. Emma no es una insatisfecha, una incomprendida, sino una tremenda pelotuda, una frustrada caprichosa que no entiende que el mundo no responda a sus pateticas premisas. Desea pero nunca se encuentra con lo que desea y no avanza, se queda, su objeto de deseo es irreal, es incapaz de cambiarlo y seguir adelante, la consume. No tiene molde, no tiene forma, no encuentra la configuración que la completa y es siempre fragmentos de pobre mujer, bellísima, pero imbécil hasta la risa. Cuando cree tener lo que quiere, eso la aburre, no va más allá, no completa pero se vuelve cada vez más teatral para sostener la ilusión de realidad en su sueño histérico. No es esa la teta que debería darle de mamar pero la chupa hasta secarla como el cachorro más terco ¿o no querida Emma? En vos habita la insatisfacción burguesa de tener y tener y no tener nunca, así que tus alfombras y tus vestidos te terminan arruinando y por fin encontras la última expresión de tu deseo siempre inconcluso: la aniquilación, la vuelta de tuerca de la muerte (y eso que no terminé el libro). Somos una humanidad suicida, apocalíptica, nuestros sillones nos están matando, nuestros baños calefaccionados, nuestra predeterminación del fenómeno, toda nuestra fantástica comodidad de obesos supermórbidos. No buscamos nuevas realidades para satisfacer nuestra curiosidad de fenómeno, sino que lloramos obstinados cuando las cosas no se adaptan a nosotros. El último hombre es una francesa histérica del siglo XIX.

I.III - Yo, el peor de todos.

                            Bueno. la cosa se puso muy seria. A esta ponencia le faltan pedos, gritos, minas que se saquen la remera y tengan mi nombre escrito en los senos. Todo académico quiere ser una estrella de rock pero le da para académico nomás y se conforma con el aplauso tranquilo, la ubicación, la admiración de unos alumnitos pavos y todavia medio adolescentones. Todos queremos ver tetas libres y calzones voladores, solo unos pocos llegan hasta ahí, y también se aburren; el ideal es eso, una cosa que está allá y que si la alcanzas es la misma mierda que el resto. Nunca vas a ser feliz Emma, nunca jamás, eso no existe, la felicidad es idea de los débiles que piensan que "solo si..." Pero nunca.
                            Usted por ejemplo, si si, usted, la señorita de la tercera fila con la mirada tímida y lentes de marco ancho y negro, de esos que todos usan en este tipo de congresos, usted la media hipster: seguro que abajo de esas medias rojas y pollerita negra que le queda tan bien con las botitas que hacen juego, seguro que atras de toda esa semiótica y análisis del discurso, que ahí abajo de todos esos escritores postmodernos y videitos de Foucault, usted tiene, como yo, un sexo húmedo y creptiante que le reclama  animalidad a toda costa, fuego oculto en el bosque, orgía, asesinato, placeres de Dionisos. Mi habitación es la número _ _ _, señorita, el conserje ya está avisado, por favor traiga champagne, hielo y una mordaza. O mejor sabe qué, no vaya, vuelva a su departamento y espere a que su noviecito pelotudo y medio gay la busque para llevarla a un festival de algo muy intelectual, a una muestra de porquerias minimalistas o a un concierto de música concreta; su noviecito enclenque y ubicado que jamás la ataría contra las rejas para sodomisarla con la violencia oscura del verdedero amor. Si usted no se anima a la grandeza de lo que puede desmembrarla y arrojar sus partes, como a Osiris, por todas las sendas del mundo, no la quiero, no me gusta más, me olvido de usted y de su lunar en la cara, vaya con dios, yo sigo, avanzo, prevalezco siempre; usted esta muerta. ¡Seguridad! ¡Llévense a ésta mujer que contamina mi vista!
                         
                       Yo tenía varias cabezas, como la Hidra de Lerna (de quién evidentemente terminé hablando). Una de esas cabezas se llenaba la boca de arsénico en polvo, otra quería reconocimiento como el farmacéutico Homais, otra era Charles y hasta tenía mi cabeza del pobre Justin. Pero a fuerza de cortar y cauterizar me quedé con una sola cabeza que corto y corto y corto para que se multiplique: la peor de todas las cabezas; la más inclemente, inescrupulosa y olvidadiza de las cabezas. Yo, el egocéntrico; Yo, el que olvida; Yo, el asesino; Yo, el peor de todos....


II - Inconclusiones

                          Los cagué, terminé el libro. A la orgía perpetua no la consigo por ningún lado, pero no importa. Ayer me enteré que la Isabelle Huppert se murió y me mantuve en luto autoerotizante. Hoy averigüé mejor y la colorada sigue viva; salgo del luto, no de los placeres de Onán.
                               ¿El librito de Flaubert? Una maravilla, se los recomiendo, re lindo, igual de válido que cualquier otra manera de perder el tiempo. Dos semanas escribiendo un renglón cada tanto y solo porque quería salir de ese estado de "no tener nada para decir"; quedó una sarta de incoherencias, si algún lector llegó hasta acá, acaba de apreciar los placeres del quetejedi más arriba y perdió tiempo, tiempo valioso. Vaya a leer Madame Bobary en vez de escucharme decir pelotudeces señora, llénese un poco de cultura que se nota que le falta.
                            Perdonen, perdonen... Es que últimamente ando de negativo, mirá que hasta me dan ganas de comer arsénico en polvo o de casarme con un médico de provincia francesa a ver qué onda. En fin... Me encantó el congreso, re ricos los sanguchitos y la minita de la tercera fila... No, no, vos no, la otra...  Mañana será un nuevo día y estoy leyendo un libro de Gide que promete. 

                                 Le dedico esto a C. M. P., quien si sigue creyendo que es Madame Bobary es porque no entendió el libro a pesar de haberlo leído no sé cuántas veces. Hacer los deberes no los hace más inteligentes chicos, los hace más tozudos.

                                Me emocionan mucho estas cosas, estar rodeado de gente tan grosa con ideas tan frescas y divertidas. Los quiero un montón, que no se corte, nos vemos en el próximo congreso de mierda. Me quedé con ganas de ver tetas, igual. Un consejo: si quieren leche fresca, pongan la vaca a la sombra; no hagan como la Bovary que le pidió peras al olmo. Un saludo para todos los que me conocen y buenas noches.

jueves, 2 de agosto de 2012

Perspectivas poéticas del ebrio


Agua

Me ibas a encontrar bajo la Luna
con las patas adentro de una alfombra mojada,
Yo te iba a sonreír 
                              y vos, deliciosa
Quebrarías el aire con la boca.
 (¡Ay Mateo! Siempre metáforas tan baratas)
Después seguro tendríamos una casita llena de boludeces
y Algún que otro nene feo.


Pero no, incluso estando me había ido.
Yo soy la cosa que se va cuando se queda
Como el barquero pelotudo de Siddartha
o esos lirios delicados que crecen 
entre la hediondez empantanada.

Pasa un kayak------------
-¡Ahí te ves, cara de naipe!- Me grita el muy sorete...
¿Habrá sido Dios que navegaba, 
burlón y vengativo,
como siempre?
Qué loco este Yahveh.

¿Acaso flotaba sobre la cruz de su hijo,
el Crucificado?
¡Qué loco este Yahveh!
Salvadores salvavidas se avecinan
Apocalipsis sobre el río
¿Deberíamos partir?
¡Oh, cómo no hacerlo!

Y vos ebrio como un ruso, Mateo Mateito
(comparaciones tan baratas, qué se le va a hacer).
Será la arena como un tiempo humedecido
y sí
y no.


A veces cuesta tanto un junco en el juncal

Una revelación:
El árbol, como la noche, cae. Se han ido distraídos los homúnculos de la fiesta (y eso que había baile). Los asteroides se autoinmolan ante el ojo vigilante de la Nada: así es como los minutos son dioses nadando en la basura. Allá, en las calles mohosas, una monja copula con un pterodáctilo. Él, el 'dedo volador', habrá de extinguirse antes del orgasmo. ¿Qué clase de mesías habrán tenido los dinosaurios?

-Yo no sé, mirá Mateo,
–me dice Dios, remando su mesiánico kayak–,
cómo será que funciona la metafísica
estando tan en pedo.

¡Ay Yahveh!
¡Ay qué loco este Yahveh!
Ni para darme una puta mano, a esta hora de la noche...

jueves, 24 de mayo de 2012

Anotaciones pelotudas en la libretita de destrucción masiva

¿Viste? Al final todos jugamos un juego silencioso que no sabemos jugar bien: las palabras están de más pero las decimos. Le explico a mis alumnos la "adecuación", los procedimientos de cohesión textual y por dentro pienso qué carajo es esto, para qué mierda explico estas boludeces y mejor no los incito a prender fuego las carpetas y quemarnos a todos en la vorágine de la única violencia verdadera: el silencio. Lo demás es misosiquia.
Lo importante es mi callar y el de ellos, el tácito acuerdo de mantenernos quietos y no revalsar en la obligación de aniquilarnos mutuamente. Yo soy esto, ustedes son esto y si nos perdemos en la disolución mutua la civilización se hace imposible. Las palabras permiten definir los roles.

Yo no te digo mis silencios porque son ellos los que nos mantienen "funcionando". El encuentro con nuestro silencio, con nuestro recipiente, nuestra Gestalt, no es un acto terapeutico, es un acto aniquilador; ahí se equivoca Perls. La insesante interpretación y reinterpretación pscoanalítica permite mantener la ilusión de sistema que el Sistema requiere.

En todo lugar donde ustedes ven la vida y grandeza de las palabras, Nosotros solo vemos la misosiquia más repugnante. ¿Este es el año del fin del mundo? Ojalá que sí.


-Y eso es lo que quise decir con el dibujito del tanque de nafta y el fósforo, profe. Por favor no me mande a marzo que voy a repetir y en mi casa son unos soretes.

lunes, 7 de mayo de 2012

Bildung, realización personal y felicidad

¿Cuál era la montaña preferida de Nietzsche? No interesa, pero lo decían en ese documental pedorro sobre la felicidad. La mía probablemente sea el Pacaya: muerto y vivo, tembloroso como un toro, caliente como... bueno, bastante caliente.
El Uritorco es para los hippies new age pseudo-budistas cazadores de ovnis y las otras montañas copadas que conozco son de las compañías mineras, tampoco para hacer un escándalo (hoy).
O sino otra: a la vuelta de mi casa hace muchos años estaban haciendo el tránsito pesado y había una montaña de arena, pero posta, la montaña de arena más grande que he visto en mi vida. Jugabamos, mucho, a la de la otra cuadra se le vió el calzón: todos los muchachos estupefactos.

Las preguntas más importantes que se me ocurren sobre la historia de la filosofía son:

 ¿Cuales eran los lagos, montañas, valles, etc preferidos de tal o cual filósofo?
¿Nietzsche nunca pensó en afeitarse? (Aunque sea lugar común preguntarlo)
¿A qué edad se empezó a dejar las patillas Schopenhauer?
¿Cogía mucho Stirner?
¿Practicaba Sartre el sexo oral?
¿Cuales era la dimensión y forma del pito de San Agustín?
¿Kant era estúpido así nomás o tuvo una madre muy rompe huevos?
¿Por qué nadie habla del olor a chivo de los peripatéticos?
¿Tenía Descartes fantasías homosexuales?
Cuando Diógenes se hacía la paja en la vía pública ¿dónde terminaba?
¿Habrá chupado Nietzsche alguna concha con ese bigote imundo?
¿Hanna Arendt le entregó el marrón a Heidegger?
¿Quién lavaba más seguido los platos, la de Beauvoir o Sartre?
¿Alguna vez voy a leer Cioran?
¿Por qué tengo la impresión de que conozco un tipo que debe ser muy parecido a Kierkegaard?
¿Se tocaba Kierkegaard?
¿Se toca el tipo que creo parecido a Kierkegaard?
¿Realmente tenemos la necesidad de interpretar el hecho de que Heráclito se haya undido hasta el cuello en mierda como un hecho filosófico? ¿No puede haber sido lisa y llanamente un pelotudo?
¿En qué estaba pensando Overbeck cuando escribió ese libro sobre Nietzsche?
¿Qué habrá sido de la vida de la mujerzuela de Holstein? ¿Habrá mandado más cabezas de Laocoonte? ¿Timeo Danaos et dona ferentes? ¿Y con las minas es lo mismo?
¿Siempre es inauténtica una existencia errante Herr Heidegger? ¿O solo infeliz?
¿Volviendo de Siracusa?
¿Me llamaran algún día para ir a Siracusa?

Y en el documental pedorro no terminaban explicando cómo había que hacer para ser feliz ni dónde carajo estaba la montaña que te iba a cambiar la vida. Igual, debe estar sobrevalorado todo eso. La metodología nunca es el fuerte de Nosotros los boludos (notese el uso del plural mayestático). Mis libros preferidos:

Ecce Boludo, El Antiboludo, Crítica a la Razón Boluda, Crítica a la Boludez Práctica, Ser y Boludo, El mundo como Boludez y Representación, Hermenéutica del Boludo, El Individuo y la Boludez, ¿Qué es la boludez?, Dios y la Boludez, Suma Boluda...

Años de estudio para llegar a lo que soy: un terrible boludo. Nada de que quejarme. Quiero agradecer a mi familia y amigos por su apoyo incondicional, y a mis maestros y ejemplos de vida que con su boludez atómica han sentado las bases de esta, mi educación.

sábado, 14 de abril de 2012

Importantísimos estudios que hago en mi oficina I


La verdadera verdad de la milanesa: Mateo Green y la Voluntad de Poder.
Estudio sobre el Estudio sobre la imposibilidad del transhombre en la geografía pampeana, una obra del filósofo, docente y esquilador de ovejas contemporáneo Mateo Green.



Abstract
              
              Ella una vez me dijo que mi ego era grande como toda ésta ciudad. Ojalá. Soy un depredador de mí mismo. Si corro un poco la vista del tigre, me muerde la yugular; si lo controlo demasiado me aburro y me seco como un hongo. Me siento y pienso en dónde mierda habré dejado mi voluntad.
                Estimado Señor N.: acabo de obligarme a comer un pomelo, odio el pomelo, lo odié toda mi vida, me causa un asco infinito; ahora tengo un sabor amargo en la boca que me da ganas de rociar mi paladar con napalm. Muy lindo como experiencia fenomenológica, el “evento pomelo”, váyase un poquitito a la mierda. Besos, Mateo.


P.D: tengo todos sus discos.



Desarrollo
                
        Después el estudio cae un poco en lugares comunes, cita bastante a Nehamas, Overbeck, Stirner, y Favio Serpa. El personaje principal (porque en algún punto todo se convierte en prosa) se va a dar clases de literatura en un conteiner y casi todos viven felices.
Las 150 páginas de anexos con las tasas de crecimiento poblacional de los pueblos del sur de Córdoba no aportan nada nuevo al tema (a ningún tema). Del capítulo VII en adelante abundan largos espacios en blanco, muchas manchas de tazas de café y dibujitos de hombres palito teniendo sexo que, francamente, es lo más serio que el trabajo tiene para ofrecer.


Es interesante ver cómo el autor plagia descaradamente a Bataille y lo descontextualiza de una manera absurdamente infantil con la simple finalidad de contar anécdotas de mal gusto. Veamos el siguiente ejemplo:

“La muerte parece estar asociada a las lágrimas y el sexo a la risa. Pero risa y lágrimas no son opuestas, sino que ambas están vinculadas a esta especie de violencia que rompe el curso regular de las cosas.
El momento erótico es la cima de la vida. Reproduciéndose la vida desborda, y al desbordar alcanza también el delirio. El erotismo reproduce constantemente sobre los estragos de la muerte. El mono ignora el erotismo porque no vive a la perspectiva de la muerte, por lo que desconoce la violencia desesperada de la muerte/erotismo. Así nos resulta imprescindible organizar una orgia entre animales y personas para documentar los efectos filosóficos del encuentro y recopilar los necesarios datos para la continuación de nuestros estudios. El efecto no sería el mismo con personas disfrazadas de animales, ya lo hemos comprobado. El único estudio de campo relevante con el que contamos es el de un vecino nuestro que cuando era chico alegaba haber penetrado a una paloma provocándole la muerte. Evidentemente no pudimos recopilar el testimonio de la paloma, pero la dualidad complementaria muerte/erotismo está presente”

Y también hace uso de las tesis del citado autor francés para justificar sus actos reprobables:

“Hombre (discontinuo) anhela y teme la continuidad (Ser). Si prima el temor tenemos el tiempo común, cotidiano; si prima el deseo terrible que irrumpe en el temor tenemos el “tiempo sagrado”, de la fiesta y la licencia sexual. Licencia que no figura entre las que se puede pedir al estado, como por enfermedad o fallecimiento de un familiar. La docencia es una actividad que, por tanto, separa al hombre de la continuidad que anhela (garchar). Una vez me quedé dormido de la resaca y el dolor de pito y no fui a trabajar, la consecuencia de la represión social fue inmediata: ese día pasó a descuento de haberes. Se deduce por tanto que el trabajo es generador del temor que al hombre separa de la continuidad. Una sociedad perfecta daría licencias sexuales con goce de sueldo y por tiempo indeterminado, así como las da por el error de quedar embarazada, con la desfachatez moral que eso significa. En una sociedad más perfecta aún, yo no tendría que verme obligado trabajar en absoluto”

Sobre el tema que versa el título, el estudio dice poco y nada. Evidentemente el autor se lamenta bastante de no tener ganas de trabajar, estudiar, afeitarse, caminar hasta el kiosco a comprar cigarrillos, limpiarse luego de defecar, pagar sus deudas, mantenerse en contacto con familiares y amigos o hacer cualquier otra cosa que no sea comer abundantemente y tener sexo. Pero parece desconocer que eso no es un argumento válido para demostrar que la geografía pampeana y la sociedad del siglo XXI someten al hombre de tal manera que hacen imposible la aparición del caso aislado, vital y rebosante en voluntad de poder, que se considera al super o transhombre. Se excusa a sí mismo de ésta manera:

“El transhombre es un sujeto pleno de voluntad vital afirmadora y dominante que rechaza justamente la idea de dominio. ¿Conquistar el mundo antiguo como Alejandro? No tiene sentido; ¿levantar el control remoto del piso para cambiar el programa de Mirtha Legrand? Me da paja y, evidentemente, me aparta del camino de autosuperación personal”

Y aquellos defectos de su personalidad como la excesiva irritabilidad o la grosería de atender la puerta en calzoncillos y expulsar sonoras flatulencias en cualquier lado, que no puede explicar mediante su atrofiada noción de superhombre, las explica por “la inhalación sostenida de agroquímicos, el exceso de humedad ambiente y la opresión del hombre por el hombre”, lo cual le permite, al mismo tiempo que intenta inutilmente reforzar su tésis de la geografía pampeana, citar constante e innecesariamente a Hobbes: “Homo homini lupus” (el hombre es el lobo del hombre), atribuyendo la sentencia a Hume o Schopenhauer según varíe su estado de ánimo.
El apartado que ocupa casi la mitad de la obra en el que el autor comenta y critica todas las películas pornográficas que vio en su vida es, francamente, lamentable, y hace dudar de la seriedad de algunos congresos que aceptaron el profesor Green como expositor. Si bien son del dominio público las apedreadas y tomatasos que recibió en diversas jornadas de filosofía, letras, lingüística, sociología y, más recientemente, en el VI Encuentro Nacional de Ginecólogos, debería tomarse en cuenta a futuro la necesidad de rechazar sus aplicaciones a  talleres, congresos y cualquiera otra actividad académica, ya que la sola presencia del profesor Green desprestigia irremediablemente cualquier casa de altos estudios.

Por último, parece que el autor jamás leyó a Nietzsche o cualquier otro autor de los que cita. De haberlo hecho, dudamos que haya pasado alguna vez de la consulta a Wikipedia, la que evidentemente no comprendió o intercaló con el visionado de videos de monos graciosos, a los cuales alude sorpresivamente en medio de párrafos que nada tienen que ver con el tema, como si sufriera un caso agudísimo del Síndrome de atención dispersa.


Conclusiones

                Estoy invitado a comer un cordero con mis facinerosos amigos. Tengo que llevar un fernet que nunca compré y los negocios ya están cerrados, así que voy a comer y emborracharme de arriba haciéndome el pelotudo a la hora de pagar. Después, encima, voy a pedir plata prestada (que dudosamente prometeré devolver) para jugar y perder al poker.

Un saludo a todos los que me conocen, si me buscan, estaré en mi oficina:










Bibliografía consultada

ANÓNIMO, Verdadera y nefasta historia de la muerte de Dionisos el Gato y la desaparición de Morcilla el Gato, en Revista “29 chancletasos en la nuca”, Número único, Enero 2010.

Portadas y contratapas de muchos libros de filosofía

VON DAINIKEN, Erich, El retorno de los dioses, fotocopia S/D.

CALAMARO, Andrés, Favio Zerpa tiene razón, casette compilado S/D.

BELFANTI, A., 33 memorables partidas en las que Mateo Green no tuvo una actitud ajedrecística, recopilación manuscrita de relatos orales.

Transcripción del juicio de la Asociación Nacional de Ginecólogos a Mateo Green.

Estadísticas de ausentismo docente de la Provincia de Córdoba.

Varios artículos leídos a medias, Wikipedia.

Videos de monos graciosos, Youtube.

jueves, 1 de marzo de 2012

Volar II: Más alto, más lejos y mucho pero mucho más en pedo

Dedicado a mi  querida amiga Florencia Bringa que quién sabe por que extrañas latitudes andará giruleando en estos  momentos. En nombre de una libertad no merecida: ¡salud!


¡Poyejali!
(Yuri Gagarin , antes el despegue de la Vostok 1)

"Oh, noche, extiende sobre mí tus alas,  permite que vuelva como las  estrellas imperecederas"
(Fondo de  un sarcófago egipcio del S. VII A.C. y epitafio de Howard Carter)


Durante muchos años (o acaso no más de tres), en la heladera del departamento 29 de la calle Maipú, agarrado con el imán extraído de un viejo parlante en desuso, hubo colgada una nota de una revista de la década del 50'. En la nota se afirmaba, con total seguridad, que en solo quince años se pondría en órbita la primera ciudad del espacio, que se llamaría "Meteor" y tendría (considerando su forma cilíndrica) nada más y nada menos que 1 kilómetro de largo... Sip, 1 kilómetro... Ahí estaría Meteor, flotando sobre nuestras cabezas, con sus comedores de lujo y salones de baile gravedad cero ¡que bella era la vida en los 50! ¡Que bella la ingenuidad de quien no sabe que se vienen los 60!

La humanidad tiene una constante: se emociona mucho con pelotudeces que después abandona, como el resorte mágico o los tiki-taka, símbolos de nuestra generación perdida. La humanidad es más o menos como yo, que hubo todo un mes que dije que el sueño de mi vida era ser gitano.

Nosotros somos los herederos huérfanos de la Era Espacial, esa pelotudez con la que se emocionó la humanidad en el siglo XX. Iniciada por un grupo de nazis que solo querían matar ingleses cuando el primer A3 sobrepasó la atmósfera allá por 1943, y terminada con la espectacular explosión del Challenger en 1986, pocos meses antes de que yo naciera (al día siguiente de Chernobyl) ¿y la era de la información? ¿y la Era Atómica? Ese es otro tema, un tema para navidad...

Me acuesto en el patio de casa y es verano. Por encima de mi barrio aparentemente hay una ruta aérea, si miro con atención registro tres o cuatro aviones por día. Casi que si hago fuerza puedo sentir los pasos calculados de las azafatas, las sonrisas armadas, el crujir de los envoltorios de aluminio de las comidas de clase turista. Y a la noche, más arriba todavía, muy por encima de las cabezas rubias y morochas, de las minifaldas azules, de las alas doradas, veo las lucecitas de los satélites en su recorrido frío, ajenos en su silencio metálico. 

Saco el pito y sonrío para la foto.

¿Cómo pasó esto? ¿En qué momento nos empezó a parecer natural que toneladas y toneladas de giladas circulen sin parar por arriba del patio?

¡Tanto camino desde el bip-bip caquero del Sputnik! ¿Para esto valieron las muertes? ¿La pobre Laika, la ardilla 'Gordo' que terminó estrolada en el Atlántico y las tortugas que iban en la Zond V? Eso sin contar lo monos, las ratas, los gusanos y quien sabe que otros nobles bichos que fueron calcinados, exprimidos, explotados, aplastados, destrozados, abandonados, macerados y molidos sin su consentimiento. Tanta crueldad solo para que yo, acostado panza arriba, le muestre el pito a un satélite de telecomunicaciones. Mi pito: la finalidad última del progreso humano.

De chico quería ser astronauta, como todos los boludos del mundo, y mi héroe era Yuri Gagarin porque en casa eran medio comunistas; osea, en realidad quería ser 'cosmonauta', atendiendo a la  terminología correcta... Sí, mi héroe era un ruso que se murió por pilotear un Mig-15 en pedo. Después me dejaron de gustar los astronautas a medida que me iba gustando cada vez más ponerme en pedo, nunca pude conciliar las dos cosas. Probablemente ahí residía la grandeza de Gagarin: un tipo que te orbita la tierra con una botella y media de vodka encima o tiene mucha suerte o es un genio.

Nikita Kruschev dijo que Gagarin no había visto a ningún dios en el espacio... ¿No? ¿Y en el Mig-15? ¿Tampoco? Mala suerte, tal vez la próxima... Eran tiempos en que la bomba atómica todavía tenía algo de impresionante, entonces Yuri, asombrado por el cuadro completo transmite: "Hombres del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos". Imagínense, un hombre solo, más solo que ningún hombre nunca, lo suficientemente lejos como ver todo junto al mismo tiempo, todos ahí ¡tan lejos de Gagarin! ¿De verdad habrá dicho semejante idiotez? Problemas de transmisión, de traducción, de interpretación ¿quién sabe?: "Hombres del mundo, pequeñas criaturas insignificantes, qué más bello desde aquí que verlos a todos destruidos"... o sino: "Estrella lunar de Limbo, dame la fuerza, el poder, la facultad de ser... etc etc".... ¿Gagarin no vió a ningún dios, Mr. Kruschev? Tal vez no le hacía falta.

Otra (y la que más me gusta) es la que supuestamente pasó cuando Gagarin vuelve a la Tierra, se baja de la nave y se encuentra con una pobre campesina ignorante sin dientes y su nieta. Se produce el siguiente diálogo:

Campesina: ¿Vienes del espacio?
Gagarin: Ciertamente, pero no se alarme: soy soviético.

Menos mal boludo, pensé que estabas con los de la trata de blancas y nos ibas a llevar a un quilombo de Vladivostok para que nos garchen todos los marineros del océano Pacífico. Ahora que sé que sos soviético y encima venís del espacio, yo, que soy una campesina analfabeta de mierda, no tengo ningún drama. Igual, si querés coger cojamos, porque lo que es yo, y a mi edad, no es como si fuera la primera vez en el medio del campo campo con un cosmonauta.

Otro que me gustaba era Howard Carter, ese de más grandecito, cuando quería ser arqueólogo. Un viejo terco de mierda sin amigos que por la desesperación de sacarle el oro a un muerto hizo cagar una momia milenaria. Que lindo querida, mirá, el nene está leyendo sobre profanadores de tumbas. 
¿Qué tenían en la cabeza mis viejos cuando yo era chico? ¿Caca? Ah, claro, eran los 90', todos tenían caca.

¿Y los de más adelante? ¿Luca Prodan? ¿Kurt Cobain? ¿Jim Morrison? ¿Bobby Fischer, medio loco y ermitaño?

Así se fueron los héroes de mi niñez: borrachos y quemados, destrozados y drogados, olvidados, con olor a muerto y sin amigos ¿estarán todos juntos viviendo en "Meteor, la primer ciudad del espacio" junto con el dios que Gagarin no vió y un carguero espacial lleno de trolas de Marte? Ojalá por ellos, ojalá.

Medimos a los hombres por la monumentlidad de sus obsesiones, por su capacidad de autoinmolarse contra aquello que les genera placer o curiosidad. Nuestros héroes son perversos, patéticos, irremediablemente imbéciles. Heroificamos la exageración, la caricatura de una "vida plena", y tal vez no sea del todo incorrecto: nuestros héroes son lo que no somos, son los que van más allá... La parte de la película cuando Bill dice que Clark Kent es el disfraz de Superman, la manera en que Superman ve a los humanos: débiles, miedosos.

En fin, Superman volaba, yo con los años me volví cagón hasta para subirme a los aviones, a un cohete ni en pedo (ni en pedo como Gagarin) ¿Egipto? Demasiada arena, ¿la música? Ya desistimos de eso ¿el ajedrez? Cada tanto y nomás si hay ganas ¿superhéroe? Requiere mucha inversión... Las obsesiones se vuelven más pequeñas y controlables, y está todo bien, es la medida de lo que somos. Pero mear un poco afuera del tarro ya molesta, que la gente no entienda exáctamente qué está haciendo uno. Entonces se aprendé a buscar 'excusas' para tratar de hacer lo que se le canta el orto.

Overbeck dijo de Nietzsche que su abrumadora inteligencia y talento crítico ejercidos sobre sí, no podían sino llevar a la autodestrucción y la locura. Hay quienes que son más grandes que sí mismos, y caen tan violentamente que tiembla el mundo entero.

Conviene no tener más héroes, eso que quede para los nenes que se quieran cagar la adultez y para los historiadores idealistas.

Bueno, y no sé como cerrar este post y ya son como las cuatro y media de la madrugada. Así que me voy a dormir che, qué clase de obsesión pelotuda sería un blog...

Una cita, como para no irme rengo:

"-¿Qué es la belleza?
 -¿La discreción?"
                        (Pasión Fija, Phillippe Sollers)

viernes, 24 de febrero de 2012

Viajeros que se quedan

Es curioso. Leí hoy que las libélulas macho, paleópteros enfermos, poseen un órgano que les permite retirar de la hembra el esperma de fecundaciones anteriores. Una especie genéticamente condicionada para los celos...

Now she's gone forever, you silly dragonfly... - Tinta y collage sobre papel


"Ya lo vez, no me queda otra alternativa que renovar las leyes de mi naturaleza" (Dice Dédalo en El arte de amar, Ovidio, Libro II)


Temblar - Acrílico y collage sobre madera entelada (60x65)

Ícaro engendra hybris; Dédalo, como Odiseo, es la mesura y el ingenio...




... por eso:

"Mi nombre es Nadie.
Nadie me llaman desde siempre
mi madre y mi padre
y los compañeros que traigo conmigo"
(Odisea, IX, 366)


Nadie - Acrílico, tinta, collage, tiza pastel y sintético sobre fibrofacil (50x70)


Pintados los tres en la última semana de febrero del 2012.

domingo, 19 de febrero de 2012

Oficio de Domingo


Habría que poner "Amor Secreto" de la Mona Jimenez, eso tendría que haber hecho, si, y rezarle a algún dios pagano. La Mona o alguna misa de Bach ¿cuál es la diferencia? Hay que buscarse oficios de domingo y cumplirlos con desinteresada disciplina.
Antes venía al pueblo, ahora "estoy en el pueblo". Antes tenía otros oficios: 

"Venir a este pueblo, manejar con mi hermana sin razón hasta un dique escondido, uno que se cayó porque lo construyeron al revés y el ingeniero que lo hizo se pegó un tiro. Después hasta Los Cisnes, a la orilla del río a fumar y ver el barranco. Mis amigos y más vueltas, ir al aero a pasear en avioneta, después un bar, desmesuradas ingestas de alcohol. Lleno de tristeza me dejo llevar por las calles del laberinto. En cada esquina un minotauro, el agua nos va a tapar a todos. El río es vengativo, en la doble tranquilidad de la noche juega a arrastrar a las crías de la gente por el desagüe. Un paraje junto al barranco, teníamos un Citroën celeste y comíamos moras. Estoy tan lleno de niñez que es una vergüenza. Viva el cielo azul, el Sol, el agua..." (Fragmento sacado de Segunda libreta de las ciudades o el retorno del fuego)

Ahora francamente eso me parece una pelotudez. Si no cambian nuestros oficios qué va a ser de nosotros...



Por supuesto, hay que deleitarse con los malos sueños y también después (depende de que tan malo haya sido el sueño), ese es otro buen oficio de domingo... Salvarnos de las catástrofes inminentes con el ineficiente método de propiciar otras pequeñas catástrofes cotidianas...


En este pueblo Yahvé manda inundaciones más seguido que en otros lados, hay que tener un arca  siempre a mano llena de boludeces, y la esperanza de que la próxima redención sea producto del fuego...



Porque bien sabemos: nada nos salvará del fuego, salvo el fuego.


Buenas noches a todos y aguante la Mona Jimenez.-

martes, 14 de febrero de 2012

Apuntes con caligrafía de colectivo I

"Conviene tener fe en los dioses del cielo: creamos, por tanto, en su existencia, porque nos conviene, y ofrezcamos incienso y vino en los antiguos altares. Los dioses no están inmersos en una quietud parecida al sueño: si viven puros, dios está en ustedes" (Ovidio, El arte de amar,  Libro I)


Por ahí no nos está ya permitido, sabemos que los dioses se murieron, terrible suerte. Pero queda la gracia de lo auténtico amontonada en el dolor. Todo nacimiento es un poco doloroso.
Capaz que no somos lo suficientemente fuertes como para sacudirnos el lastre que nos frena. Febriles y llorones permanecemos en cama esperando una alegría que no es nuestra. No aprendimos a ganar lo auténtico. Para nacer también hay que matar. Que arda lo que tiene que arder.
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Una trucha más y a Cuzco.
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Que forren las mochilas de la gente con mi carne para andar y andar. Volando de fiebre en cualquier lado, muerto o vivo quiero andar. A la deriva, como el polvo entre el coral.
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"Porque después, cuando ya estamos en camino..., bueno, uno puede saber lo que quiere" (Marcelo Quiroga Santa Cruz, Los Deshabitados)
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Frente a una estatua en Cuzco, probablemente Atahualpa con el brazo extendido. Noe dice: "el Inca extendió la mano... y le agarraron el codo"
Y más... El hombro, la nuca, el pecho, los huevos y la verga. Todo le agarraron al Inca... Después lo obvio: trenes de 200 dólares y hoteles de lujo en el medio de la puta selva. ¡Larga vida a Burguer King!
Pero me callo porque me estoy poniendo muy progre.
El río, el monte, un colibrí volando altísimo. Igual sigue valiendo la pena. Son las 20.40 del 19 de enero del año 2012 del falso calendario (antes del retorno del pito del Inca). Estoy en Cuzco, muchas iglesias y el City Bank, mucha metafísica...
Volvemos a La Paz.-