sábado, 14 de abril de 2012

Importantísimos estudios que hago en mi oficina I


La verdadera verdad de la milanesa: Mateo Green y la Voluntad de Poder.
Estudio sobre el Estudio sobre la imposibilidad del transhombre en la geografía pampeana, una obra del filósofo, docente y esquilador de ovejas contemporáneo Mateo Green.



Abstract
              
              Ella una vez me dijo que mi ego era grande como toda ésta ciudad. Ojalá. Soy un depredador de mí mismo. Si corro un poco la vista del tigre, me muerde la yugular; si lo controlo demasiado me aburro y me seco como un hongo. Me siento y pienso en dónde mierda habré dejado mi voluntad.
                Estimado Señor N.: acabo de obligarme a comer un pomelo, odio el pomelo, lo odié toda mi vida, me causa un asco infinito; ahora tengo un sabor amargo en la boca que me da ganas de rociar mi paladar con napalm. Muy lindo como experiencia fenomenológica, el “evento pomelo”, váyase un poquitito a la mierda. Besos, Mateo.


P.D: tengo todos sus discos.



Desarrollo
                
        Después el estudio cae un poco en lugares comunes, cita bastante a Nehamas, Overbeck, Stirner, y Favio Serpa. El personaje principal (porque en algún punto todo se convierte en prosa) se va a dar clases de literatura en un conteiner y casi todos viven felices.
Las 150 páginas de anexos con las tasas de crecimiento poblacional de los pueblos del sur de Córdoba no aportan nada nuevo al tema (a ningún tema). Del capítulo VII en adelante abundan largos espacios en blanco, muchas manchas de tazas de café y dibujitos de hombres palito teniendo sexo que, francamente, es lo más serio que el trabajo tiene para ofrecer.


Es interesante ver cómo el autor plagia descaradamente a Bataille y lo descontextualiza de una manera absurdamente infantil con la simple finalidad de contar anécdotas de mal gusto. Veamos el siguiente ejemplo:

“La muerte parece estar asociada a las lágrimas y el sexo a la risa. Pero risa y lágrimas no son opuestas, sino que ambas están vinculadas a esta especie de violencia que rompe el curso regular de las cosas.
El momento erótico es la cima de la vida. Reproduciéndose la vida desborda, y al desbordar alcanza también el delirio. El erotismo reproduce constantemente sobre los estragos de la muerte. El mono ignora el erotismo porque no vive a la perspectiva de la muerte, por lo que desconoce la violencia desesperada de la muerte/erotismo. Así nos resulta imprescindible organizar una orgia entre animales y personas para documentar los efectos filosóficos del encuentro y recopilar los necesarios datos para la continuación de nuestros estudios. El efecto no sería el mismo con personas disfrazadas de animales, ya lo hemos comprobado. El único estudio de campo relevante con el que contamos es el de un vecino nuestro que cuando era chico alegaba haber penetrado a una paloma provocándole la muerte. Evidentemente no pudimos recopilar el testimonio de la paloma, pero la dualidad complementaria muerte/erotismo está presente”

Y también hace uso de las tesis del citado autor francés para justificar sus actos reprobables:

“Hombre (discontinuo) anhela y teme la continuidad (Ser). Si prima el temor tenemos el tiempo común, cotidiano; si prima el deseo terrible que irrumpe en el temor tenemos el “tiempo sagrado”, de la fiesta y la licencia sexual. Licencia que no figura entre las que se puede pedir al estado, como por enfermedad o fallecimiento de un familiar. La docencia es una actividad que, por tanto, separa al hombre de la continuidad que anhela (garchar). Una vez me quedé dormido de la resaca y el dolor de pito y no fui a trabajar, la consecuencia de la represión social fue inmediata: ese día pasó a descuento de haberes. Se deduce por tanto que el trabajo es generador del temor que al hombre separa de la continuidad. Una sociedad perfecta daría licencias sexuales con goce de sueldo y por tiempo indeterminado, así como las da por el error de quedar embarazada, con la desfachatez moral que eso significa. En una sociedad más perfecta aún, yo no tendría que verme obligado trabajar en absoluto”

Sobre el tema que versa el título, el estudio dice poco y nada. Evidentemente el autor se lamenta bastante de no tener ganas de trabajar, estudiar, afeitarse, caminar hasta el kiosco a comprar cigarrillos, limpiarse luego de defecar, pagar sus deudas, mantenerse en contacto con familiares y amigos o hacer cualquier otra cosa que no sea comer abundantemente y tener sexo. Pero parece desconocer que eso no es un argumento válido para demostrar que la geografía pampeana y la sociedad del siglo XXI someten al hombre de tal manera que hacen imposible la aparición del caso aislado, vital y rebosante en voluntad de poder, que se considera al super o transhombre. Se excusa a sí mismo de ésta manera:

“El transhombre es un sujeto pleno de voluntad vital afirmadora y dominante que rechaza justamente la idea de dominio. ¿Conquistar el mundo antiguo como Alejandro? No tiene sentido; ¿levantar el control remoto del piso para cambiar el programa de Mirtha Legrand? Me da paja y, evidentemente, me aparta del camino de autosuperación personal”

Y aquellos defectos de su personalidad como la excesiva irritabilidad o la grosería de atender la puerta en calzoncillos y expulsar sonoras flatulencias en cualquier lado, que no puede explicar mediante su atrofiada noción de superhombre, las explica por “la inhalación sostenida de agroquímicos, el exceso de humedad ambiente y la opresión del hombre por el hombre”, lo cual le permite, al mismo tiempo que intenta inutilmente reforzar su tésis de la geografía pampeana, citar constante e innecesariamente a Hobbes: “Homo homini lupus” (el hombre es el lobo del hombre), atribuyendo la sentencia a Hume o Schopenhauer según varíe su estado de ánimo.
El apartado que ocupa casi la mitad de la obra en el que el autor comenta y critica todas las películas pornográficas que vio en su vida es, francamente, lamentable, y hace dudar de la seriedad de algunos congresos que aceptaron el profesor Green como expositor. Si bien son del dominio público las apedreadas y tomatasos que recibió en diversas jornadas de filosofía, letras, lingüística, sociología y, más recientemente, en el VI Encuentro Nacional de Ginecólogos, debería tomarse en cuenta a futuro la necesidad de rechazar sus aplicaciones a  talleres, congresos y cualquiera otra actividad académica, ya que la sola presencia del profesor Green desprestigia irremediablemente cualquier casa de altos estudios.

Por último, parece que el autor jamás leyó a Nietzsche o cualquier otro autor de los que cita. De haberlo hecho, dudamos que haya pasado alguna vez de la consulta a Wikipedia, la que evidentemente no comprendió o intercaló con el visionado de videos de monos graciosos, a los cuales alude sorpresivamente en medio de párrafos que nada tienen que ver con el tema, como si sufriera un caso agudísimo del Síndrome de atención dispersa.


Conclusiones

                Estoy invitado a comer un cordero con mis facinerosos amigos. Tengo que llevar un fernet que nunca compré y los negocios ya están cerrados, así que voy a comer y emborracharme de arriba haciéndome el pelotudo a la hora de pagar. Después, encima, voy a pedir plata prestada (que dudosamente prometeré devolver) para jugar y perder al poker.

Un saludo a todos los que me conocen, si me buscan, estaré en mi oficina:










Bibliografía consultada

ANÓNIMO, Verdadera y nefasta historia de la muerte de Dionisos el Gato y la desaparición de Morcilla el Gato, en Revista “29 chancletasos en la nuca”, Número único, Enero 2010.

Portadas y contratapas de muchos libros de filosofía

VON DAINIKEN, Erich, El retorno de los dioses, fotocopia S/D.

CALAMARO, Andrés, Favio Zerpa tiene razón, casette compilado S/D.

BELFANTI, A., 33 memorables partidas en las que Mateo Green no tuvo una actitud ajedrecística, recopilación manuscrita de relatos orales.

Transcripción del juicio de la Asociación Nacional de Ginecólogos a Mateo Green.

Estadísticas de ausentismo docente de la Provincia de Córdoba.

Varios artículos leídos a medias, Wikipedia.

Videos de monos graciosos, Youtube.