jueves, 28 de julio de 2011

Huevos I

Como esa vez que hice un trabajo sobre Clarice Lispector lleno de palabritas que no decían nada y me pusieron un diez. He ahí la pericia máxima, el disfraz. El secreto está en elegir cierta comodidad y elegirla bien, como para sacarse cosas de encima. Cuando haya que elegir la nada, bien carajo, se elije la nada. No estamos obligados a elegir manga de pelotudos, no lo estamos. El resto son palabritas mudas, el resto es silencio. "El huevo es puro silencio" dije una vez.

Véase "Historia del ojo" de Bataille, "El huevo y la gallina" y "Una gallina" de Clarice Lispector. Eso o El Quijote y la marcha peronista, es lo mismo.

Polonius: What do you read, my lord?
Hamlet: Words, words, words.

2 comentarios:

  1. Un tanto desconcertante lo del Quijote y la marcha peronista, todavía me hace como un sílbido en los oídos cuando lo leo, por los sentimientos disímiles que me produce la lectura o escucha de cada cosa. La otra cadena me va a llevar más tiempo, pero si decís que me va a producir los mismo, te creo. Todo puede ser unido en virtud y por la virtud del Discurso. Salud!

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  2. Exactamente eso en cuanto al Quijote y la marcha peronista, en virtud y por la virtud del discurso. Si hay algo que nos enseña la crítica literaria es que la relación entre las cosas (la verdad de las cosas) es gratuita, o discursiva. Palabras, palabras, palabras...

    Igual te super recomiendo la otra cadena. Los dos de Lispector son cuentos de lectura bastante rápida y lo de Bataille es una novelita corta, cortísima. La relación entre las tres es más clara, igual.

    Salve!

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