jueves, 1 de abril de 2010

Introducción al amor: sus implicaciones cognitivas y lingüísticas en la vida moderna (O sobre el porqué de las gallinas que no saben volar)


Decí que uno siempre tan todo por el forro de los huevos y más vale te ponés a ver cómo pernoctar en cualquier lado. Decí que uno por suerte tan No tan necesitado de explicaciones, tan te podes ir vos y tus quilombitos a la re concha del plumífero verde, que total seguro el mes que viene aparece una tonta divina que lava los platos y sabe hacer lemon pie (el sueño más elevado, paradójicamente). Decí, por Alá, Buda y el otro que me olvidé el nombre ¡Decí! Decí que el próximo prójimo me da un poco de asquito asquete y total, total que se hagan agua los helados… Ay, miralo vos al superadito. Si, ejem, me aclaro la garganta y me empino otro tanto de tiramisú (es que no sabía batir punto nieve y los limones escaseaban, pero se aprovecha igual).

Resulta que, asiento 29B, me senté al lado de la Estrella de oro, si, del Viejo de los camellos. La cuestión es que viajábamos en clase turista y nos dieron pollo frío envuelto en aluminio: asqueados asqueadísimos los dos, y sin embargo el pollo frío a 3000 sobre el sea level es una maravilla, mejor que cualquier pechuga terrestre ¿cómo no? Señores pasajeros, les habla el capitán, lamento informarles que por razones ajenas a nuestro dominio tendremos que realizar un aterrizaje forzoso en Andatealaputamadrequeteremilparió, por favor atiendan a la señal de cinturones y tengan la amabilidad de introducir las primeras hojas de sus pasaportes en el orificio anal para un mejor reconocimiento de los cadáveres por parte de los grupos de rescate; muchas gracias por volar en Conchita Airways… Decí que estoy en pedo, también. Uy, esa casa la conozco. Decí que yo nunca take any wooden nickels for my soul.

La práctica, alumnos, es más o menos lo mismo pero en bicicleta, con viento a favor, en bajada y sin frenos; di-ver-ti dí-si-mo. La mejor mujer: mudita y ciega. El mejor hombre: psicológicamente castrado. De ahí en más recuerden, no, mejor copien: el amor, esa idea bonita de la gente fea (feísima).

Bueno, listo. Ay… Ay… Terminé… ¿Les llamo un taxi?
¡Ah! Casi me olvido: felices pascuas


M.J


Imagen: bueno... la encontré por ahí y me dió gracia

4 comentarios:

  1. Me divierte mucho tu sarcasmo y tu forma de demonizar las tragedias amorosas. Además de eso, soy feísima, que le voy a hacer

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  2. Yo también, pero "no me rindo ante el fragor disciplinario de mi autoestima deforme"... (Lo encomillado es cita de algo que una vez leí en el capot de un auto)

    Saludos

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  3. Y sí, es bastante traicionera, mejor no le prestemos atención. Por otro lado, bastante raro el tipo (porque imagino que debe ser un tipo) el del auto, ¿Viste su cara?

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  4. No, ví su obra-capot en el museo Caraffa en Córdoba. Y sí, era un tipo, creo que Luso de apellido o algo así

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