lunes, 4 de julio de 2011

Nueva genealogía de nuestra moral I: el oikos familiar

Sucede que el resto de la familia se ha ido del país. Si, se han ido del puto país. Y el boludo, el boludo que tiene que estudiar porque si no te recibís de una vez por todas no vas a ser nadie en la vida y no vas a tener dignidad, el boludo se mueve cien kilometros al Sur para venir a la casa, a la casa sola y fría en el medio de la pampa media húmeda, mientras ellos, oscuras golondrinas de Bécquer, emigran al Norte, bien al Norte, lejos del frío, lejos de... ¿la felicidad?... Me aclaro la garganta, pongo mi voz de leer: "Más allá del Norte, del hielo, del frío; nuestra vida, nuestra felicidad...". Invirtiendo los hemisferios (porque el culiadito escribía en Europa), sería "Más allá del Sur, del frío...".

Ellos emigran al Norte, a Miami, a Paraguay, donde es fácil ser feliz en ésta época del año, dentro del trópico. Si estuviésemos en Alemania se habrían ido Creta o a Sicilia, que se yo. Acá el frío... El amigo invierno congela las costillas y no hay tu tía ni caloventor que valga... Pero nosotros los que conocemos no nos acoplamos al vergonzoso reblandecimiento de las débiles aves que emigran cobardes ante avance del viento helado, nosotros somos ¿hiperbóreos? ¿o hiperaustrales debería decir? (con el perdón de Píndaro), Nosotros no tenemos que soportar el frío porque somos amigos del frío y de las cosas que, con el frío, muestran su verdadero y terrible rostro. ¿Quién se anima a la más cruda soledad del invierno? ¿A la ducha de la mañana y a estudiar metodología?

Cómo Max Stirner: "Sin madre, ni mujer, ni hijos", y con el ojete helado, dispuestos a encontrar, en azarosos estudios que nada tienen de verdaderos (pero que están colmados de la más fuerte e increíble voluntad de verdad que jamás haya pisado este domicilio), el origen y desarrollo de toda nuestra moral, de todo nuestro ser bueno, malo y malvado; nuestra mala conciencia y lo más terrible de todo, las formas del ideal ascético que se cuelan por entre nuestras pestañas de viento Bóreas (o más bien de "Noto" del tercer mundo, enfriado en la Patagonia y medio lleno de cenizas del Puyehue).

A modo de ilustración. Vemos y nos pensamos. Aquí, en este santuario, toda nuestra bildung. Nuestro método: una suerte de divagación medio poética medio pelotuda. Allá vamos...


Una casa sola, fría, con un gusto particular por las máscaras


en los lugares menos pensados aparecen para esconder algo


¿O será que siempre supimos que una máscara no esconde, sino que muestra la luz divina que no puede ser vista de frente? (Nunca dejamos de ser un poco místicos, adoradores de Quetzalcóatl)



También un toque kitsch, fieles a nuestra vocación de desmitificadores de culturas ancestrales


aunque tengamos una pared étnica


y otra que nos recuerda, vergonzosamente, que alguna vez fuimos de izquierda


junto con aquellos libros...


(que sin dejar nunca de ser kitsch)


aprendimos a olvidar en favor de literatura mucho más importante.


Hoy, las pequeñas aves de la casa se han ido...


solo quedamos los rapaces, los carnívoros


¿Quién necesita Paraguay o Miami? ¡Arriba ese ánimo muchachos! ¡Cuántos secretos nos esperan! ¡Cuántas aventuras dignas de una saga!... Epopeyas se cantarán algún día, en hexámetro dactílico, sobre el encuentro del cajón donde todavía son los 90's



o sobre la desopilante aventura de la misteriosa bolsa llena de llaves


No seremos Odiseo, pero tenemos nuestros túneles llenos de viento, atributo del viejo Eolo...

nuestros monstruos marinos


(con respirador artificial)


terribles bestias


cíclopes...



recuerdos de la bella Calipso


y, mal que mal, nuestro vinoso Ponto



a veces más vinoso que Ponto


y a veces... un poco de todo.


¡Que no nos gane la nostalgia de la niñez!


Ni revolvamos, con la facilidad del débil, en el recuerdo de aquellas cosas que alguna vez otros quisieron que fuéramos, y no pudimos ser


¡Muera el pasado! ¡Las veleras naves a lo desconocido!


Siempre a lo nuevo


...lo distinto...


..y lo extravagante.


Siempre al borde de la destrucción


de la nausea y el asco


...del Caos...


o del abrazo de la Nada.


Tenemos provisiones... ¡pelotudeces húngaras!


y las especias más finas de la India


el camino es largo ¡pero cuantioso el botín que nos espera!


Recordemos: no todo se muestra siempre...




... en su verdadera forma.



No hay que caer en la tentación...


de quedarse en el laberinto


(como le pasó al señor que vivía al fondo de la casa que ahora es un ventilador, pobre)

Y aunque, a pesar de nuestros esfuerzos, nunca dominemos los designios del azar

afuera este frío...


y en la tele no haya nada


en un recóndito lugar de la casa siempre es Navidad...


Esa es nuestra esperanza más profunda... ¡Nuestra Gran Esperanza!
...
....
.....
(sumado a la suerte de tener calefactor y gas natural)

M. C.-

9 comentarios:

  1. Casi tanto como tu tarta de atún... Gracias

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  2. Me saco el sombrero y la peluca. Una duda: y Metodología?

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  3. Muy bueno ,como casi todo lo que leo en este blog pero, me pregunto, alguien tiene derecho a mostrarle al mundo una parte de la intimidad de una familia,como el desorden de un armario, la mugre del baño, etc etc.? Este hecho empaña la obra a mi criterio. Pero bueno, haría que ver que opinan los dueños de la casa que mostraste, quizás lo mío es idiota y lo tuyo soberbio

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  4. Si para vos la intimidad de una familia corresponde al desorden del armario o la mugre del baño, efectivamente lo tuyo es idiota. Pero no me refiero a tu opinión sobre éste blog, sino sobre la vida en general.
    Lo mio por supuesto que es soberbio
    Un beso vieja
    ¡No agites al pedo!

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  5. Ah! cuanta poesia escondida en un lugar tan frecuentado! El forro sigue ahi, las Titas...las Titas ya no están

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  6. No te pensabas que te las iba a dejar... ¿no?

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  7. Oh, este post me ha hecho reír dos veces al menos.
    Muy bueno... aunque tu vieja te diga que sos un pelotudo.

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