Una tormenta de ideas bastante flojas
miércoles, 15 de diciembre de 2010
lunes, 29 de noviembre de 2010
Simulacros

Esto, señoras y señores, no es un simulacro. Ajusten sus zapatos, sostengan sus cabezas, vuelvan reptantes al útero que los parió, consuélense, autocompadézcanse. Napalm amigos, napalm; una bomba de hidrógeno, una explosión de neutrones, un tomahawk in the fucking living room.
Oh, pero claro, sus problemas verdaderos, casi me olvidaba: el precio de las cosas, el anillo perdido, las expectativas, la carne muerta de los muertos, el carburador del auto, la constipación, la sutil indiferencia de una mujer o dos, el dolor de huevos y de ovarios, la lluvia. Les deseo a todos, de corazón, que esto sea un simulacro.
En la esquina de mi casa hay un señor melodramático que grita porquerías y busca la vida ahí donde no está. Una mujer en la oficina llora calladamente su dolor de clítoris mutilado. Los perros ladran, en algún departamento de esta calle alguien sabe que nunca más hará el amor. Los hijos de las buenas personas gritan. Una mano recién extirpada sale en encomienda a un país vecino. La sangre corre como un río silencioso, salta alegre entre las piedras, esquiva los árboles, es un arroyo en la montaña, si, la sangre es un pequeño arroyo donde de chico yo jugaba a la inundación, al asalto del fuerte, al capitán. Ahí estoy si se mira bien, con los tobillos rojos, matando insectos a las puertas de Ilión. El tiempo es sangre, el recuerdo una mentira, la curva nunca tan larga como para ver del otro lado. Nada es un simulacro, porque tal cosa no existe.
Ni siquiera la verdad tiene derecho a la mentira, las palabras nacen en el cuello de Héctor. La noche esta callada, ronronea la heladera, late el corazón, el aire late, los ojos laten, la ciudad late como un rinoceronte en llamas. Afuera están los barcos, las bicicletas, los aviones; el mundo se dispone al escape, a la fuga. No hay tal cosa amigos, ajusten sus zapatos, sostengan sus cabezas. Aquí, ahora, en este preciso momento, en todos los precisos momentos, alguien llama a la puerta. Descuiden, no vamos a atender.-
M.T.
jueves, 11 de noviembre de 2010
Sobre porqué me encantan los animales
Al caballo que arrastra la carreta de su amo muerto y deforme por los caminos de Chernobyl: loas.
Al perro que lame el dulce leche untado en la vagina de la gorda soltera un sábado por la noche: loas.
Al loro que le dice ‘puto’ al pelado que pasa por la calle: loas.
Al mono amaestrado que se obstina en cagar afuera de su recipiente: loas.
A la cucaracha que se cuela en el bocado de puré de la señora: loas.
Al mosquito que pica en el culo a quien coge románticamente: loas.
Al oso grizzly que asesina a dos enamorados que paseaban por el bosque: loas.
A la mamba negra que pica a una monja de Amnistía Internacional: loas.
Al ornitorrinco que resbaladizo se cuela por los desagües y con su cadáver tapa la salida de la mierda y hace estallar todos los inodoros de un baño de Tasmania: loas.
Al hámster que se come a sus crías en navidad al frente de la familia que cena pacífica: loas.
A la tortuga que al interponerse en el camino de su bicicleta, hizo que el pequeño Timmy probara el sabor de la derrota contra el asfalto: loas.
Al pingüino que de un picotazo le saca un ojo al niño turista japonés: loas.
A la gallina que no pone huevos: loas.
Al pescadito que no flota: loas.
Al cobayo que imita el ejemplo del hámster: loas.
A tu canario, si, a tu canario, que hoy te despertaste y estaba despanzurrado sobre la alfombra nueva: loas a él, y a su amigo el gato.
Loas, loas y más loas.

sábado, 30 de octubre de 2010
Fijesé, a mi los griegos es una cosa que me encantan
¡Ah, el color de la contienda! Olor a sangre en el Peloponeso. Dice Tucídides: "Nuestro amor por la belleza no nos conduce a la extravagancia, nuestro amor por las cosas del espíritu no nos hace débiles". Ni macho alfa ni maricón, una cosa como al medio, controlada.
Vos te vas y cuando vuelvas me voy yo. Vos te vas; que dolor pelotudo de sábado 6.30 AM... Hay que ser estúpido para no perderse en Cnosos, hay que ser imbécil como el bueno de Teseo.
Siempre nos queda la alegría de echarse un soberbio meo en la ducha, justo en la cabeza de Dánae.
Maldición, los vecinos se van a quejar (de nuevo)
viernes, 29 de octubre de 2010
Tiempos primeros
jueves, 8 de julio de 2010
Algo que no es mio: dedicatoria a 'Filosofía en el tocador'... A los libertinos...

Mujeres lúbricas: que la voluptuosa Saint-Ange sea vuestro modelo; despreciad, a su ejemplo, todo lo que contraríe las divinas leyes del placer que la encadenaron.
Jóvenes doncellas, durante tanto tiempo atadas por los lazos absurdos y peligrosos de una virtud imaginaria y de una religión repugnante: imitad a la ardiente Eugenia; destruid, pisotead con su misma ligereza todos los ridículos preceptos inculcados por vuestros imbéciles padres.
Y vosotros, gentiles seductores, vosotros que desde la juventud no tenéis más frenos que el del deseo, ni más leyes que las de vuestros caprichos, que el cínico Dolmancé os sirva de ejemplo; id tan lejos como él, si a su semejanza queréis recorrer los caminos de flores que os prepara la lubricidad; convenceos con su enseñanza, ya que sólo extendiendo las esteras de sus gustos y de sus fantasías, o sea sacrificando todo a la voluptuosidad, el desdichado individuo conocido con el nombre de hombre y arrojado a su pesar sobre este triste universo podrá sembrar algunas rosas sobre las espinas de la vida.
Donatien Alphonse, Marquez de Sade
domingo, 20 de junio de 2010
Es que a veces soy tan cursi
Quiero perder la cordura
Quiero que me asesines,
Voy a meter mi corazón en una rosa
lunes, 31 de mayo de 2010
Sobre lo fácil que les resulta el ascetismo a algunos oblongos individuos

«Comparado con el animal, que dice 'sí' a la realidad, incluso cuando la teme y rehuye, el hombre es el ser que sabe decir no, el asceta de la vida, el eterno protestante contra toda mera realidad».Max Scheler
Si ella está cerca me vienen unas ganas incontrolables de desnudarme. He dejado, por regla general, de usar pantalones con elástico; varias veces, para mi sorpresa, me los he bajado en plana tertulia, como si una voluntad ajena a mí (que no es la de ella, pero tiene el mismo olor) tomara el control por un ratito.
Igual con la masturbación. Ella entra en la verdulería o se suma a la fila del banco y un suplicio, una tortura, una terrible autoflagelación supone controlarme ¡y a mí me hablan de ascetismo! Yo conozco la fuera primitiva del deseo. He escuchado a muchos masticar palabras: castidad y buenas maneras, supresión de los impulsos y otras yerbas... Se me antoja que han elegido una tarea que les resulta fácil ¡No saben esos mojigatos lo que es una erección constante 24/7!
¿Degenerado? Tal vez. Por lo pronto maldita bestia inconsolable. Peor arriba de la montaña rusa: a toda velocidad, en caída libre, el Sol siempre en los ojos; una espiral logarítmica y ¡zaz! Vomitando, vomitando sin aliento.-
Imagen de la vagina: robada de alguna otro blog, tengasé en consideración
la falta de derechos de autor y sepan perdonarme.-
miércoles, 21 de abril de 2010
¿Mar o montaña?... ¡Ambos!

Conozco un par de ménades, si te das vuelta demasiado tiempo te muerden el cuello, por eso hay que andar siempre con las garras bien afiladas y untadas en miel, para devolver dulcemente el zarpazo.
Autoengaño: forma más noble y pura de la narración. Solo los que mienten saben la verdad. Pescamos exclusivamente en la cima rocosa de los montes, donde llegan los mejores peces.-
M.W.
sábado, 17 de abril de 2010
3.00 AM
Así me enredo a veces con las cosas. Una certeza banal por obvia me mueve: detrás de los eones de los eones de los eones de los eones estoy yo mismo otra vez tirándome en bicicleta bajo el tren, viendo infinitas veces el mismo naranja duplicado sobre el mismo edificio. La materia y la energía se configurarán en infinitas formas hasta que vuelvan a configurarse otra vez en la misma forma, en un tiempo más allá del tiempo. Todos mis escapes de todas las cosas: un regresar inevitable a mí. Siempre estoy volviendo. No una, eternas veces me voy a bañar en el mismo río.
Y son las tres de la madrugada y esto no es literatura.-
jueves, 1 de abril de 2010
Desnuda, me dijeron
Muestra el lunar en la cintura
Y alcanza
(Metáfora del suicidio)
Sin embargo, otras veces
Metaporno
(No se asusten)
La mañana viene enredada
Requete enredada
Tomo la rotonda de tu pezón
Y bajo por San Justo
Brrruum brum brum
Hace mi motor
Los celos: esa trampa para bobos
M.P
Introducción al amor: sus implicaciones cognitivas y lingüísticas en la vida moderna (O sobre el porqué de las gallinas que no saben volar)

Resulta que, asiento 29B, me senté al lado de la Estrella de oro, si, del Viejo de los camellos. La cuestión es que viajábamos en clase turista y nos dieron pollo frío envuelto en aluminio: asqueados asqueadísimos los dos, y sin embargo el pollo frío a 3000 sobre el sea level es una maravilla, mejor que cualquier pechuga terrestre ¿cómo no? Señores pasajeros, les habla el capitán, lamento informarles que por razones ajenas a nuestro dominio tendremos que realizar un aterrizaje forzoso en Andatealaputamadrequeteremilparió, por favor atiendan a la señal de cinturones y tengan la amabilidad de introducir las primeras hojas de sus pasaportes en el orificio anal para un mejor reconocimiento de los cadáveres por parte de los grupos de rescate; muchas gracias por volar en Conchita Airways… Decí que estoy en pedo, también. Uy, esa casa la conozco. Decí que yo nunca take any wooden nickels for my soul.
La práctica, alumnos, es más o menos lo mismo pero en bicicleta, con viento a favor, en bajada y sin frenos; di-ver-ti dí-si-mo. La mejor mujer: mudita y ciega. El mejor hombre: psicológicamente castrado. De ahí en más recuerden, no, mejor copien: el amor, esa idea bonita de la gente fea (feísima).
Bueno, listo. Ay… Ay… Terminé… ¿Les llamo un taxi?
¡Ah! Casi me olvido: felices pascuas
viernes, 12 de marzo de 2010
Introducción al estudio de las creencias populares

Que lindo, todo muy lindo. ¿Por qué, ya que estás, no vas y le rezas a Santa Gilda, al Cristo de la buena Muerte o a
Me acuerdo y me agarra como una cosa, mirá, que te cagaría a trompadas. Viste que siempre me dieron bronca tus cosas, tus cicatrices de la vida anterior, yo que soy un tipo más tirando al dioshamuerto, al Sartre querido que estás en el Montparnasse; me rechinan los dientes cuando ponés tiritas rojas o botellas con agua en la tranquera del rancho. Las que pasé por vos para sacarte, y ahora venís a traer tus dioses berretas a la mismísima entrada de mi refugio, en el que originalmente estoy para no tener que bancarme esas porquerías de los otros ¡Y vos la mensajera de la ignominia! Justo vos, puta de mierda.
Que se yo, si lo pienso en frío seguro hubiera aguantado tus estampitas entre mis libros unos años más, mientras la carne siga apetecible y te durase el amor. Pero después de la nota atrás de una lámina de que se yo que santo ya no, basta, esto es el acabose.
Así que me voy a tomar toda la caña con ruda esa que guardabas y, escopeta en mano, voy a inmolar un par de gallinas al lado de la vela que prendí en tu honor. Es que me da miedo bajarte del árbol así nomás, sin un poco de pompa; tan linda estás, como una virgencita aparecida a la siesta, ensangrentada, desnuda, el cuello quebrado en dos por el golpe de la soga. No sé cómo carajo te habrás subido tan alto en el palo borracho. Milagrosa, un prodigio de Nuestra Señora, atávica, terrible.
No te preocupes che, te hago un último favor y te construyo la ermita en la tranquera del rancho, al lado de la ruta y ¿quién te dice? Por ahí en unos años te pongo el santuario, con feria persa y todo, y los fieles te llevan de vuelta a Misiones como te traje yo esa vez: desnuda, toda cubierta de sangre.
M.C
Foto: el amigo Jesús transmutado en silla, sacada en una "feria persa" en Antigua Guatemala
domingo, 28 de febrero de 2010
Lunas verdes
Criminal que se arrodilla
Sin querer.
La noche cualquiera
Quiere penetrarte
En mi sillón
Y en la fiesta de agua
De placer
Dar vuelta la Luna
(De adentro para afuera)
Toda oscuridad:
Una verdad
Mi boca:
Como una flor invertida
M.E.
viernes, 26 de febrero de 2010
Introducción a la historia de la metafísica

Dicen que atrás del mundo hay otro mundo que es mejor. Por eso es tan popular la muerte limpia, la cacería de ranas en el ojo de agua de la noche. Dicen que es tan fácil vivir por siempre, nomás hay que dejarse llevar como vaca por el corral de lo eterno, agachar la cabeza cuando hace frío, rezar, comer liviano.
Anoche un dios vino a mi casa. Hay que ver como lloran los dioses; es una cosa patética, lastimera, como un perro flaco y enfermo. Y como a mí no me gusta el sexo de las estatuas, le reventé los ojos para que se desangrara a morir. Si, los dioses mueren. Lo que es peor: vienen para que yo los mate.-
El Mateo más feo
Arriba: "Bodegon con costillas y cabeza de cordero" de Francisco de Goya y Lucientes
La muerte de los otros
Un poco de pomada de Luna
Para tu dolor de ovarios
¡Ay, no te quejes de la vida!
Siempre un juego perverso
Siempre una maroma
Siempre una muerte
Despacio
Buscando cicatrices en la piel
¡No te quejes del último día!
La destrucción
con nada se conforma
M.G
miércoles, 17 de febrero de 2010
Astronomía básica
- Hola
- ¿Qué haces?
- Espero a que la galaxia de Andrómeda colisione con la Vía Láctea
- Ajá ¿y cuándo es eso?
- En cinco mil millones de años
- Falta…
- Soy previsora
(Y así es como por entonces copulaban)
sábado, 13 de febrero de 2010
Sobre la tormenta
Estados de ánimo
A Florencia B. (por la idea)
Yo soy el que quiere ser un infeliz.
Sí, soy yo
Dale, haceme el favor:
Bombardea mi casa con mierda,
Matame el gato,
Comete todos los caramelos antes de que llegue.
Dale,
Que estoy sonriendo como un estúpido
Yo soy el que quiere ser un infeliz.
¿No ves que estoy podrido de tanto gesto amable?
¿De tanto jolgorio repetido?
Por favor,
Por favor te lo pido:
Poneme saliva en los oídos,
Disparame en un testículo,
Regalame un viaje a Mar del Plata.
No sé, mirá
No hago otra cosa que tirarme pedos
(de colores)
M.I.
Cosas viejas refrescadas II
Exilio
Chau
Te vendo una tertulia
Y las yemas de mis dedos
Y los dedos de mis manos
Y las manos de mis brazos
Y así etcétera
La circularidad de la carne
Que poco interes en el desinteres de las cosas
En el volver a volver a revolver
En nostalgias de nostalgias de nostalgias.
Que terrible
Me cansé, he dicho,
De andar dando circulos
En la rotonda de la ciudad de los nadies
En la palabra redundante que me ahoga
En la carcel de los presos del pasado
Ridículo
-Inmundicias escritas en el 2005 y 2006 (respectivamente) y retocadas hoy, febrero del 2010... Pero no te ilusiones tontita, no existen maquillajes tan milagrosos-
Las orgías

-Petronio, Satiricón XLVIII-
El Satiricón no nos ha enseñado nada nuevo. Nos hemos regocijado, si, en su lectura como en la de Boccaccio o Juan Ruiz. Hasta sabemos de memoria versos goliardos y los recitamos si la noche se descubre. Pero ya nada, no. La realidad nos cubre con su manto espeso y la literatura parece un chiste, no hay metáfora capaz de, no.
La cuestión es que cada tanto, sin saber cómo ni por qué, se desatan nuestras Orgías ¡ah, nuestras orgías! Si usted supiera señora… De repente en una noche de verano alguien se desnuda y sale a la calle. Nadie osaría en el pueblo desentender semejante llamado, la Orgía empieza y todo viejo, adulto o niño que escuche participará; en la plaza, en la iglesia, en la casa de Raquel la verdulera, en el patio de la escuela. Donde sea, donde mande la pasión y el desvarío: Orgía.
La cuestión es mantener la naturalidad. Con el tiempo, con las generaciones, hemos aprendido a separar esto (que en realidad no comprendemos del todo) con la simplicidad de nuestras vidas cotidianas, muy propias de un pueblo pequeño y pampeano, de mañanas húmedas y grandes extensiones de nada. Así, cuando el padre da la misa o Raquel elije las sandías, nadie piensa en la impía boca que alojó al gracioso miembro o en los ominosos orificios que la mano habrá explorado. La Orgía es otra cosa, un aparte, un paréntesis absoluto, una acotación disociada del resto del texto, de la existencia. Nada de la orgía debe contaminar la vida ni, dios nos libre, viceversa. Piense en nuestros días comunes, en el esfuerzo sobrehumano que hace quinto grado B para no recordar a la señorita Eduviges en el paroxismo del éxtasis cuando un grupo de adolescentes (a quienes alguna vez explicó la regla de tres) la penetra por cada uno de los lugares donde, terrible su suerte, una mujer puede ser penetrada. Piense en esto y comprenderá la magnitud de nuestro sacrificio cotidiano, la razón por la que no tenemos consideraciones morales respecto a lo que hacemos. Si algo nos salva del tormento, este esfuerzo es.
Imposible atender a fidelidades, promesas o compromisos asumidos. No, la Orgía es otra cosa y no se contamina con la vida, ya he dicho. Lo único que perturba éste equilibrio entre lo pasional y lo cotidiano es el ansia de morir. Sí, claro, imagínese usted, tanta vocación de deseo, tanto gusto por lo prohibido y de repente tener que trabajar en un banco y sonreír, tener que amar todos los días a una mujer ajada por los años, limpiar la vereda, comprar el pan. Ahí termina nuestras ganas de sacrificarnos, donde empieza el terrible, íntimo e incomunicable deseo del suicidio; que en lo personal seguro todos viven como un alivio, una liberación.
La consecuencia brutal del dios ambiguo es el miedo colectivo, el pánico, palabra que graciosamente proviene de su nombre. Todos tememos a la Orgía que vendrá a intervenir para regocijarnos y a la vez destruir las verdades simples que tanto nos cuesta construir. Preferiríamos morir antes que soportar nuevamente tanto placer, tanto desvarío. Un hombre con miedo es peligrosísimo para sí, imagine cientos, miles. Así que no juzgue, viajero, si un día pasa por aquí y detrás de esta advertencia encuentra solamente las ruinas de un incendio descomunal. El fuego: único redentor en la tiranía del fuego.-
M.P
Arriba: "El abrazo" de Egon Schiele (Casi tan bueno como Klimt, infinitamente más cruel)
domingo, 7 de febrero de 2010
Senumoc Seragul

Es tan puro ir al almacén y comprarse una bandeja de ravioles que en la cola de la caja me largo a llorar de la alegría. Las panaderas me guiñan el ojo derecho, las mujeres en la calle me dicen “¡Mateo! ¿Dónde vas?” y yo siempre voy al mismo lado, siempre.
Caprichitos y modorras a la siesta, a la noche y a veces en pleno mediodía. Nunca me subo dos veces al mismo colectivo ni me cambio el calzoncillo roto para ir a las orgías. Al frente de la góndola de los lácteos me bajo los pantalones y grito porquerías a los padres de familia. Cuando un sachet se revienta contra el piso inmediatamente me tiro a lamer los azulejos ¡Qué placer inigualable el mío! Cuando te vas ojerosa a las ocho de la mañana me tiro un pedo para festejar este desatino, esta magnífica intervención de las malas costumbres en las mañanas ajenas.
Mi monstruo se llama Senumoc Seragul y lo abrazo antes de acostarme para saber que todo anda bien. El monstruo gruñe y patalea y yo más fuerte lo aprieto sonriendo. Todos los monstruos de la cuadra me temen, soy el terror de los prodigios, el gran coleccionador de cosas únicas, el antihéroe que invita a los enemigos a tomar el té (peor de los ultrajes).
Me gustás porque sos única, porque desestimo todo lo que hay en vos de general, todo lo que te defina como universal. Vos sos el sustantivo que no admite plurales, la efervescencia de lo irreproducible. Ésta mañana en particular, esta forma del Sol entre las rejas, éste mate, no otro, no el mate en sí, no; éste mate Sí.
¿Cómo era la tía de Atila el huno? ¿A qué olía la mierda de Bucéfalo, la de Incitatus? ¿Cómo cogía Aristóteles? Todas esas cosas le pregunto a Senumoc Seragul mientras lo abrazo y me río (Cinismo: método que consigue la transmutación de lo pesado en leve mediante el desprecio, la burla, la risa), entonces Senumoc Seragul llora como chancho porque de repente sabe que no existe. ¡Viva Sirio el Can! Guía de los filósofos llamados perros. ¿Será por eso que se contradice Zaratustra? ¿Por qué Ésta flor? ¿Por qué Ésta mujer?
viernes, 29 de enero de 2010
Hoy no (chau pueblito)
jueves, 28 de enero de 2010
Insomnio VII
Así, más que eso qué decirte, la tranquilidad es una nada maravillosa. Una angustia de soledad mansa, como un tigre que se deja acariciar. Y estas noches son eso, qué decir: buscarle pulgas al tigre. Así (me gustan las redundancias y las cacofonías) los guerreros hacen su vela de armas frente a Troya (otro lugar común), las mujeres despechadas lloran abrazadas a la almohada, el poeta escribe inmundicias ilegibles a alguna Beatrice que se encama con otro, Beatrice y el otro también en sus trajines, la Luna obligada al acoplamiento de marea, Eos y Tritón, las prostitutas, la Nada y Yo, el sexo húmedo, las tijeras otra vez, llorar un poco (de cocodrilo que soy nomás).
A veces miro la hora y pienso que por ahí el Valium o un poco de marihuana en la pipa. A veces miro la hora y pienso en tus tijeras sacando a Sirio del cielo para cosérmelo en el pupo. A veces miro la hora y hace como mil trescientos cuarenta y dos insomnios que no venís por ésta cama.
Es que el cinismo se fue a dormir antes que yo y me atraganté de cursilerías. No sé, volvamos al Valium y las estrellitas a ver qué pasa.-
miércoles, 27 de enero de 2010
Cosas viejas refrescadas

Laberinto
Minotauro mujer,
bellísimo sin ropa.
Hocico de toro
y lengua de esmeralda
Ícaro reventado contra el suelo
recuerda algún nombre de sangre.
Ariadna ramera,
vendepatria.
Minos
con ornamentos
y zoofobia
Teseo afeminado,
mediotauro maricón.
Seguí el hilito
¡Dale una sorpresa
a esa mocosa!
¡Ha muerto el rey,
Viva el Toro!
Así nomás,
sin negros bajeles,
sin nada.
Siempre es verdad:
los mejores laberintos
son desiertos
M.T (Febrero 2008)
Se fue la lógica a dormir
Se fue la lógica a dormir.
Los cuervos ya pululan en su frente
(en la estatua enmohecida,
en la noche clara del tercer caminante,
del tercer perro en el camino)
Con un beso de tu boca,
de tu boca llena de silogismos muertos,
la percepción es uno con lo perceptible.
Así tu amor
mujer,
mujer despierta,
tu amor pone la lógica a dormir,
tu amor es una sopa de hormigas quietas.-
M.G (Enero 2008)
Matando poemas I
Yo nací dios para morir.
Que una noche bramen Carmen
los coyotes
Y las ninfas dibujen ochos en el aire
Como moscas carmesí
Yo nací dios para morir.
Y a veces pasa que nada, que de repente la inteligencia nos abandona y no podemos terminar un puto poema mediocre… Barandas de malos escritores, hordas de masoterapeutas invaden el cosmos… BHA… y que gusto da escribirlo. Algunos se masturban, otros ni siquiera eso podemos.-
Pd:/ Y no es que no tengamos ganas

- Lo de arriba del todo: Picasso - "Minotauro acariciando con el hocico la mano de una durmiente"
-Lo de acá arriba: El insuperable Magritte: "Invención colectiva"
martes, 26 de enero de 2010
Sonoluminiscencia (o Física básica)
Vos lo dijiste, la burbuja es tensión absoluta, lucha contra el medio, fragilidad. Lo que haces es dar vuelta la moneda de una de sus características y tenés una estrella en miniatura, átomos colisionando como locos. Hacés que la fragilidad sea fuerza en la contracción, multiplicas por infinito la tensión, una pequeñísima bomba atómica explotando eternamente; bueno, o mientras le des ultrasonido. Y, lo más importante, ahora el medio es lo frágil ante la insospechada potencia burbujeica (permítaseme el neologismo), invertís la lucha, la burbuja domina.
Además, además qué decís vos. La física está plagada de burbujas importantes, que se yo, el huevo cósmico que explota y a la mierda, tenés un universo; un agujero negro que básicamente es una burbuja de masa, no sé, no sé qué más, no me jodas. El argumento de la sonoluminiscencia me parecía suficiente ¿te imaginas que lindo se ve todo desde mi cerebro? (Porque la física relativista nos enseñó que el objeto depende del punto de referencia) Nos chocamos el uno al otro sin querer en una esquina y ¡paf! Neutrones por todos lados creando una reacción en cadena que los lleva a todos al carajo… Ah, porque tampoco te conté, parece que rompés una burbuja y ni te la pensas del mundo que se va para que venga otro: Big Bang, Big Crunch y no sé qué Big gilada y todo se va a la requeterecontra re mil mierda de nuevo, la Nada que vuelve, las tinieblas, la Apertura enorme. Hasta que un dios (Shiva bailando o copulando con Kali, Eurínome, Aura Mazda o a quien se le ocurra) ¡puf! Se mande otro universo para que de nuevo millones y millones de años de espera: los diplodocos, el hombre sin lenguaje, el barroco, mi mamá, hasta vos y yo teniendo esta estúpida conversación. Si, el Eterno Retorno de lo mismo ¿entendés? Es como eso del azar paralelo sincronizado pero llevado a las últimas consecuencias, atrapando mis átomos en un sistema que dure siempre.
No me jodas, te dije que no me jodas, el argumento es una porquería y no pienso repetírtelo eternamente. Te esperé, siempre te esperé, este momento, estas cosas, soy el Gran Monstruo que espera aunque ya esté medio podrido de ver pasar dinosaurios y piedras inertes por eones y eones, el tiempo sin forma, la infinita tensión de mi espera, soy una burbuja que no conoce la muerte, siempre atento, siempre acechante en mi larguísimas marchas por el universo que inevitablemente me llevan a este mediodía, esta hora terrible bajo el Sol, este nuevo camino hacia mi ocaso.
Y ya está, no me vengas con Heisenberg y el principio de incertidumbre y que si las partículas que contingentemente vienen a componerme ahora no son objetivamente ubicables, y que el aquí y ahora vendría por tanto a ser una especie de ilusión de no sé qué y bla bla bla. Ya sé que para vos la física no es más que innumerables maneras de romperme las pelotas, pero también sé que sabes que en última instancia a Heisenberg y Planck los dejo guardados en el ropero del departamento y en ese conocimiento del absurdo nos reímos maliciosamente y sobreviene una pequeña laguna de momentos en el que todo basta para mi, todo es vasto para mí; y de repente mis caminatas por la eternidad tienen sentido, las esperas insondables de mis partículas ordenándose y desordenándose en el espacio vacío. Para Retornar (así, con mayúsculas) hay que tener un punto de referencia, un momento de adecuada tensión, de nanosegundo antes de disparar la flecha. Aunque el resto del tiempo, los eones, sea un gran absurdo, aunque el resto sea un desubicado ¡Plop!
Verano

Odio a quienes vienen a mi casa con sus trajes de baño políticamente correctos y me informan sobre las diferentes maneras de cuidar una pileta de lona, sobre cómo mantener las aguas limpias y claras. Yo me río a las carcajadas, ellos que hablan de Verdad no saben que el agua más turbia es la que esconde la más fina joya. También ríen con sus trajecitos de baño, pero su risa es sardónica, no entienden el porqué de mis sobresaltos. Un observador imparcial creería que todos compartimos una misma felicidad, pero eso no me angustia.
Veo sus mayas floreadas entre los arbustos, jamás entran conmigo al agua, dicen que esperarán ahí hasta que yo me digne a limpiar la pileta, que disfrutarán de la tarde y el Sol. ¿Pero para qué querría yo su compañía? Mi pileta de lona está llena de espejismos, de ficciones, de musgos, de ramas, de insectos; ninguno de los cuales tiene, para mi bien, maya floreada o consideración moral alguna.-